La alegría de que yo hablo no tiene horarios, no es una guíade ferrocarriles, no es jijijí, ni jajajá. Mi alegría es el sudor de la vida, que cae, que se levanta, que se monta a un trapecio,y que se escoña pero se vuelve a levantar. ¡La vida!
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Enviada por Baldomero hace 9 años
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