El Universo es de Dios. Es una sola cosa, una totalidad frente a la cual todas sus separaciones pueden ser identificadas. La efímera vida, incluso aquella auto-consciente y razonadora que nosotros llamamos vida sensitiva, detenta tan sólo un derecho hereditario de custodia de una porción pequeñísima de la totalidad.
Esta cita del libro Los hijos de Dune de Frank Herbert la encontrarás en (1976)
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Enviada por Bernard hace 9 años
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