También hay que decir que el pobre hombre venía con el corazón roto. Y esto que parece una expresión vulgar, una frase de canción romántica para quinceañeras, no deja de ser una verdad como un templo. Otra expresión estúpida, por cierto. ¿Y cómo se rompe un corazón. Pues de la manera más simple. Ignorándolo un tiempo y dándole una importancia desmedida después. Desequilibrando el delicado balance natural de todas las cosas reales. Dotando a un músculo sencillo de capacidades mágicas, heroicas, épicas, grotescas, inútiles, ficticias. Ay, la ficción, qué daño hace (…)
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Enviada por Eric hace 9 años
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