Ese instante de felicidad..., cuando, después de estar meses pensando qué regalo hacer, te paras y comprendes que es el día lo que tiene que convertirse en un regalo. Y entonces lo programas todo, de la mañana a la noche, para que cada instante sea una sorpresa irrepetible. Y esperas que ella pueda amarte todavía más.
+3

Enviada por Ivan hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Federico Moccia.