Perdidos en el beso, no oyen nada.
Un hombre les grita a que vuelvan.
Están locos si permanecen bajo el diluvio.
Por último, vuelven a la realidad.
El barco está lleno de agua.
Debe volver rápidamente a la orilla.
Con sus manos, Charlotte intenta vaciar agua. Mientras Alfred rema.
Afortunadamente llegan a la orilla.
Y descienden riendo.
Bajo la mirada perpleja del arrendador.
Luego salen del parque corriendo.
La lluvia los convierte en fugitivos.
0
Enviada por Gisela hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de David Foenkinos.