Lo cierto es que toda la fuerza del mundo no podría convertir a un enemigo en aliado. Se puede convertir a un enemigo en esclavo, pero no en aliado. Con toda la fuerza del mundo no podría convertir a una persona fanática en una persona tolerante. Y con toda la fuerza del mundo no podría convertir a quien está sediento de venganza en un amigo.
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Enviada por David hace 8 años
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