Y la tarde cayó sobre mí, y vino la oscuridad, duró y se fue, y amaneció el nuevo día, y las brumas de una segunda noche se acumularon y yo seguía inmóvil, sentado en aquel aposento solitario.
Esta cita del libro Cuentos macabros de Edgar Allan Poe la encontrarás en Berenice
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Enviada por Natalia hace 9 años
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