Pensaba que algún día, en el extraño y estrecho futuro, me estaba esperando la intensa sensación de darme cuenta de repente de que hacía días que no me acordaba de Gabriela, de que no gastaba un segundo en preguntarme dónde estaría, con quién, cuántos otros se habían vuelto locos por ella hasta el punto de arrojarse desde una azotea…
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Enviada por Bárbara hace 9 años
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