Me atacó el demonio de los celos retrospectivos de tal manera que nuestra relación estuvo a punto de naufragar una y otra vez: finalmente conseguíamos que nuestra barcaza recobrara su rumbo y cabalgara las olas de la tempestad hasta llegar a una nueva balsa de mar apacible, pero íbamos acumulando mareos en la singladura por culpa de aquel nombre (por culpa del efecto que aquel nombre producía en mi interior). Sandro Amatisti.
0
Enviada por Bárbara hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Juan Bonilla.