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Frases del libro Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber si fue ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.
Aquí encontrarás una recopilación de las mejores frases del libro Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena. Frases cortas, frases célebres, citas, fragmentos del libro Los renglones torcidos de Dios.
Frases de Los renglones torcidos de Dios
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Enviada por Tomás hace 9 años
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Enviada por Esther hace 9 años
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Enviada por Viviana hace 9 años
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Enviada por Tomás hace 9 años
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Enviada hace 9 años
El silencio no existe. Muchos afirman que el hombre ha matado el silencio. Es muy injusto decir eso, porque el silencio ¡no existe! A veces huimos de la gran ciudad para escapar del bullicio, pero no hacemos sino trocar unos ruidos por otros. Cuando se acercan las vacaciones, deseamos conscientemente cambiar de ocupación: la máquina de calcular, por la bicicleta; o la de escribir, por el arpón submarino. También de un modo consciente deseamos cambiar de paisaje: la ventana del inquilino de enfrente por la montaña, el campo o la playa. Pero de una manera inconsciente, lo que anhelamos, sin saberlo, es cambiar de ruidos: el bocinazo, el frenazo, el chirriar de las máquinas, las radios del vecino, por otros menos desapacibles como el rumor del viento entre los pinos o la honda y angustiada respiración del mar. 0
Enviada por Bernard hace 9 años
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Enviada por Kirlian hace 9 años
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