El hijo de José y María nació como todos los hijos de los hombres, sucio de la sangre de su madre, viscoso de sus mucosidades y sufriendo en silencio. Lloró porque lo hicieron llorar y llorará siempre por ese solo y único motivo.
0
Enviada por Rebeca hace 8 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de José Saramago.