...los estorninos no paraban de cantar y removerse, unos habían despertado con la charla de los dos hombres, otros quizá soñaban en voz alta aquella terrible pesadilla de su especie que es creerse volando, pájaro solitario perdido de la bandada, en una atmósfera que resiste y frena el batir de alas como si fuese agua, lo mismo les pasa a los hombres cuando la voluntad en sueños les manda que corran y no pueden.
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Enviada por Ramón hace 8 años
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