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Frases del libro El libro de los amores ridículos de Milan Kundera
Tal vez por haber sido escritas en el periodo (entre 1959 y 1968) más feliz de la vida de Milan Kundera, según sus propias palabras, estas narraciones son las más alegres, las más seriamente desvergonzadas y las más reflexivamente divertidas de su obra. La farándula de personajes hedonistas que desfila aquí ante nosotros en busca de los juegos múltiples y contradictorios de la amistad, el amor y el sexo no puede sino incitar a la risa, atrapados como están en el mundo loco de severidad, hermetismo e inquisición que les rodea. Una risa auténtica, traviesa; un humor sabio, sagaz y gozador, al que ya nos tiene acostumbrados el autor de La insoportable levedad del ser.
Aquí encontrarás una recopilación de las mejores frases del libro El libro de los amores ridículos de Milan Kundera. Frases cortas, frases célebres, citas, fragmentos del libro El libro de los amores ridículos.
Frases de El libro de los amores ridículos
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Enviada por Didac hace 9 años
¿A qué se refería realmente cuando se decía que le habían pasado tan pocas cosas? ¿Se refería a los viajes, al trabajo, a la actuación pública, al deporte, a las mujeres? Se refería, claro está, a todo eso, pero sobre todo a las mujeres, porque era lamentable que su vida hubiera sido pobre en otros aspectos, pero la culpa no era suya: él no tenía la culpa de que su profesión fuera aburrida y sin futuro; no tenía la culpa de carecer del dinero y el currículum político necesarios para viajar; finalmente, tampoco tenía la culpa de haberse lastimado el menisco a los veinte años y haber tenido que renunciar a los deportes que le gustaban. En cambio el reino de las mujeres era para él un reino de relativa libertad y por eso no tenía excusas en este sentido; ahí había podido demostrar su riqueza; las mujeres se convirtieron para él en el único criterio adecuado para medir la densidad de la vida. --1
Enviada por Didac hace 9 años
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