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Frases del libro Come, reza, ama de Elizabeth Gilbert
A veces tienes que arriesgarlo todo y dejarte llevar.
Después de un divorcio traumático seguido de un desengaño amoroso y en plena crisis emocional y espiritual, Elizabeth Gilbert decide empezar de nuevo y emprende un largo viaje para reencontrarse a sí misma. Lúcida y valiente novela autobiográfica, Come, reza, ama nos cuenta lo que ocurre cuando decidimos ser artífices de nuestra felicidad.
Aquí encontrarás una recopilación de las mejores frases del libro Come, reza, ama de Elizabeth Gilbert. Frases cortas, frases célebres, citas, fragmentos del libro Come, reza, ama.
Frases de Come, reza, ama
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Enviada por Graciela hace 9 años
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Enviada por Sandra hace 9 años
La adicción es típica en todas las historias de amor basadas en el encaprichamiento. Todo comienza cuando el objeto de tu adoración te da una dosis embriagadora y alucinógena de algo que jamás te habías atrevido a admitir que necesitabas —un cóctel tóxicosentimental, quizá, de un amor estrepitoso y un entusiasmo arrebatador—. Al poco tiempo empiezas a necesitar desesperadamente esa atención tan intensa con esa ansia obsesiva típica de un yonqui. Si no te dan la droga, tardas poco en enfermar, enloquecer y perder varios kilos (por no hablar del odio a quien que te ha fomentado la adicción, pero que ahora se niega a seguirte dando eso tan bueno, aunque sabes perfectamente que lo tiene escondido en algún sitio, maldita sea, porque antes te lo daba gratis). La fase siguiente es la de la escualidez y la temblequera en el rincón, sabiendo que venderías el alma o robarías a tus vecinos con tal de probar eso una sola vez más. Mientras tanto, a tu ser amado le repeles. Te mira como si no te conociera de nada, como si jamás te hubiera amado con una pasión fervorosa. Lo irónico del asunto es que no puedes echarle la culpa. Porque, vamos, mírate bien. Eres un asquito, un ser patético, casi irreconocible ante tus propios ojos. Pues ya está. Ya has llegado al destino final del amor caprichoso: la más absoluta y despiadada devaluación del propio ser. +1
Enviada por Sandra hace 9 años
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Enviada por Samantha hace 9 años
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Enviada por Judith hace 9 años
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Enviada por Frederic hace 9 años
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Enviada por Sandra hace 9 años
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Enviada por Yaiza hace 9 años
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Enviada por Ventura hace 9 años
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Enviada por Berta hace 9 años
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