Estás en:
Frases de Libros >
Emile Zola > Nana
Frases del libro Nana de Emile Zola
La obra trata de la vida de Nana (Anne Copeau), de la rama familiar de los Macquart afectada por las taras genéticas. Nana es una actriz de variedades que logra suscitar el interés de todo hombre, haciéndole caer en sus redes y en sus encantos. Nana usa su belleza para conseguir lo que desea del sexo masculino, al que luego abandona a su suerte. Es así como Zola da la imagen de una mujer bella, pero corrupta por su genética, que muestra la degradación que puede alcanzar el ser humano por causas deterministas y superiores a él.
Aquí encontrarás una recopilación de las mejores frases del libro Nana de Emile Zola. Frases cortas, frases célebres, citas, fragmentos del libro Nana.
Frases de Nana
+5
Enviada por David hace 8 años
+3
Enviada por David hace 8 años
+2
Enviada por David hace 8 años
–Santo Dios, esto no es justo. La sociedad está mal hecha. Se acusa a las mujeres, cuando los hombres son quienes exigen las cosas… Mira, y ahora puedo decírtelo: cuando estaba con ellos, ¿comprendes?, no me hacían gracia, ni placer me daban. Eso me fastidiaba, palabra de honor… Entonces, yo pregunto si tengo algo que ver con todo eso. Y me han aplastado. Sin ellos, querido, sin lo que ellos han hecho de mí, estaría en un convento rezando a Dios, porque siempre he sido religiosa… ¡Y basta! Después de todo, si han dejado su dinero y su piel, es culpa suya. Yo no tengo nada que ver. +2
Enviada por David hace 8 años
Había crecido en un arrabal, en el arroyo parisiense, y alta, hermosa, de carne soberbia como planta de estercolero, vengaba a los indigentes y a los abandonados, a los cuales pertenecía. Con ella, la podredumbre que se dejaba fermentar en el pueblo ascendía y pudría a la aristocracia. Ella se convertía en una fuerza de la naturaleza, en un fermento de destrucción, sin quererlo ella misma, corrompiendo y desorganizando. +2
Enviada por David hace 8 años
+2
Enviada por David hace 8 años
+1
Enviada por David hace 8 años
Ella se convertía en una fuerza de la naturaleza, en un fermento de destrucción, sin quererlo ella misma, corrompiendo y desorganizando. París entre sus muslos de nieve. Y al final del artículo aparecía la comparación de la mosca, una mosca de color de sol y envuelta en basura, una mosca que tomaba la muerte de las carroñas toleradas a lo largo de los caminos y que, zumbando, bailando, lanzando brillos de joya, envenenaba a los hombre con sólo ponerse sobre ellos, en los palacios que invadía entrando por las ventanas. 0
Enviada por David hace 8 años
0
Enviada por David hace 8 años
--1
Enviada por David hace 8 años
Añadir una frase de Emile Zola