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Frases del libro Paraíso Inhabitado de Ana Maria Matute
«Nací cuando mis padres ya no se querían», recuerda Adriana, mucho después de que todo haya sucedido. Por ello, la niña se crea un paraíso propio, poblado por amigos imaginarios y una familia de su elección.
Esta felicidad a medida se ve perturbada cuando Adriana debe iniciar el periplo escolar y entrar definitivamente en el mundo de los adultos, un entorno que le resulta ajeno cuando no hostil. Sin embargo, siempre queda un refugio bajo las relucientes estrellas escondidas en los cristales de la lámpara del salón.
Auténtica obra maestra en la aplaudida trayectoria de Ana María Matute, Paraíso inhabitado recrea un universo infantil delicado y maravilloso, que hipnotiza al lector desde la primera página.
Aquí encontrarás una recopilación de las mejores frases del libro Paraíso Inhabitado de Ana Maria Matute. Frases cortas, frases célebres, citas, fragmentos del libro Paraíso Inhabitado.
Frases de Paraíso Inhabitado
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Enviada por Rebeca hace 8 años
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Enviada por Rebeca hace 8 años
A menudo nos echábamos en el suelo, boca abajo, compartiendo un mismo libro y un mismo trocito de alfombra. Tácitamente elegíamos siempre el mismo tramo, con los mismos dibujos y colores, una mezcla de rombos y círculos azul y marrón. Con los días, llegó a ser un territorio propio, una especie de refugio-cabaña en algún bosque, donde se entraba para trasladarnos a espacios sólo visibles a través de sus palabras, de donde se salía para reincorporarse al mundo exterior. Yo veía aquel trocito de alfombra como puerta, cerradura y llave de un país sólo nuestro. Se abría al entrar, se cerraba al salir. Un secreto tan íntimo que ni siquiera se podía nombrar en silencio, con el libro abierto y compartido. Si era un libro francés y contenía frases que yo, todavía, no entendía bien, él las traducía, con su peculiar pronunciación de erres rotundas, que no eran precisamente las suaves y casi guturales erres francesas. 0
Enviada por Rebeca hace 8 años
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