¿A dónde habrían ido a parar sus horas de trabajo, sus preocupaciones pequeñas y cotidianas, sus proyectos? Aún estaban sus trajes colgados en el armario, bamboleándose cuando se abría bruscamente.¿Qué se hizo de sus recuerdos, de sus secretos? No murió sólo su cuerpo. Un cortejo de luces y sombras, de sonidos, de deseos, de color, de luchas y de recompensas terminaba con él. Se piensa a veces en la muerte. Tal vez se piensa siempre en la muerte y no se cree que pueda ser tan breve, tan simple, tan rotunda
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Enviada por Rebeca hace 8 años
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